Ubicado
a unos 40 kilómetros de Aimogasta, la cabecera departamental, se encuentra la
pista, situada entre los cordones montañosos de Velazco y Ambato -éste en
Catamarca- que forman un corredor para los fuertes vientos de la zona. La
particularidad de esta planicie de unos siete kilómetros de largo por unos 3,5
de ancho, es que los vientos son constantes, con promedios superiores a los 50
kilómetros por horas, a diferencia de otras pistas del país, de velocidades
variables y frecuentes ráfagas. Durante las competencias, los corredores
circulan a un promedio de 140 kilómetros por hora, aunque el cordobés Ariel
Casalánguida llegó al récord de 180 kilómetros por hora cuando se entrenaba
para el campeonato mundial que se disputa en Bélgica, contó a Télam el
encargado del complejo, Fernando Toledo.
Sin embargo, los turistas pasean a velocidades de 40 a 60 kilómetros por hora, y en alguna oportunidad pueden llegar a los 80 con sus carros de aluminio de 90 kilogramos y velas de cuatro metros, a diferencia de los de competición que son de fibra de carbono y con velas el doble de alto, que no superan los 45 kilos. El complejo ofrece a los visitantes dos carros dobles y uno simple de carrovelismo y tres para "kitebuggy" -en este caso el vehículo es tirado por un velamen que vuela a modo de barrilete-, además de refugios construidos con los tradicionales bloques de adobe de la región y equipados con parrilla y horno de barro. Toledo explicó que "los carros son fáciles de manejar, especialmente para quien sepa navegar en velero o haga windsurf, porque es el mismo principio de aprovechamiento del viento". "En los buggies es cuestión de saber elevar el velamen para que también utilice el viento para tirar del vehículo, pero en cualquiera de los dos casos el visitante puede ser llevado de acompañante por cualquiera de los instructores", agregó. Omar Díaz y Carlos Migliarina son quienes acompañan a Toledo en la administración e instrucción en este complejo desde hace cuatro años y medio, cuando la municipalidad de Arauco se hizo cargo de este proyecto. La mayor velocidad registrada del viento en el Barreal fue de 152 kilómetros por hora, pero Toledo aclaró que no se corre cuando superan los 80 kilómetros por hora, ya que un buen conductor puede siempre hacer correr el carro a una velocidad mayor que el viento.
"Aunque hay vientos todo el año, la mejor época es
entre enero y abril o mayo -comentó el encargado- y luego de agosto vuelven los
vientos fuertes, por lo que el 12 de octubre tenemos una fecha del Campeonato
Nacional de carrovelismo y kitebuggy, con unos 35 competidores". La
carreras se realizan en un circuito oval de unos tres kilómetros, en el caso
del carrovelismo, y en una triangular para kitebuggy. Toledo contó que además
de las recorridas por esta pista principal, también se ofrece a los visitantes
un circuito que interconecta otros cinco o seis barreales más pequeños. El
complejo, que abre los fines de semana y feriados de 9 a 18, está a unos 90
kilómetros al norte de la ciudad de La Rioja, desde donde se puede llegar por
la ruta nacional 75 y un desvío por la provincial 10 hacia el este, o por la
nacional 38, en combinación con la provincial 9 hasta 10, en este caso hacia el
oeste.
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